Ghost In The Shell de Oshii, el anime de los 90's, el original, es una excelente meditación poética de cómo los humano se mezclan con la tecnología.
Si a eso le sumas un mundo de ciencia ficción cuidadosamente diseñado y una animación de calidad, tienes un clásico del anime, como también puede ser Akira o Evangelion. Eso simplificandolo mucho.
La gente no eleva a clásico de culto una película por que sí y, si eso tuvo su gracia en los 90's, la podría seguir teniendo ahora si se cuida un guión adaptado a la comprensión del espectador genérico, como se hizo en The Matrix.
El problema que preveo que puede tener esta peli es que, ignorando el whitewashing (que ya tiene guasa que el personaje de Johanson se llama Motoko Kusanagi), solo lleve el nombre de aquello en lo que se supone que se basa y se convierta en una suerte de escenas de acción encadenadas con una trama que trata de colar con calzador el inicio de una innecesaria trilogía.
Toda esencia poética, toda reflexión y todo aquéllo que lo hizo un clásico, aquí seguramente se ignora y se transforma en producto blockbuster.
Lo siguiente será La Princesa Mononoke dirigida por Roland Emmerich e interpretada por Emma Watson.