Hace tres noches decidí prepararme una ensalada de esas épicas para cenar.
La tarde anterior fuí al súper a comprar todo lo que me faltaba: cebolla, atún, maíz, tomates, etc.
Tras llegar a casa cansado y cargado con tantas bolsas, me di cuenta de que se me había olvidado mirar si tendría suficiente lechuga. Como no era así, volví a salir para comprar la dichosa lechuga, con la consiguiente pateada de nuevo al súper y luego de vuelta.
Llegada la noche me dispuse a hacerme la ensalada y me corté mientras pelaba un pepino.
Cuando terminé la ensalada, me di cuenta de que no tenía ninguna garrafa de aceite abierta, así que abrí una con tan mala suerte de que al tirar con fuerza del tapón, se derramó algo de aceite sobre el suelo que tuve que limpiar al tiempo que me acordaba de todos los santos.
Finalmente y tras todas estas inconveniencias, conseguí disfrutar de mi ensalada.
Ayer sábado por la mañana volví al súper para reabastecerme y mira por dónde, en la sección de productos frescos, ví que venden unas bolsas con ensaladas listas para servir a las que solo les falta aliñar. Están un poco subidas de precio para ser una ensalada, pero recordé cómo se me pudo complicar tanto la ensalada que me hice yo y no me lo pensé dos veces.
Moraleja: Wounded es como era yo cuando me estaba haciendo la puñetera ensalada, sudando horrores y pasándolas putas solo para conseguir algo que ya viene hecho.
Wounded es un julai