Profesar fe en un Dios ya sea Jehová, Buda o la perrita Marilín no es una mera cuestión de fe; es algo que está dentro de la configuración genética de cada uno. Existe el famoso 'gen de la fe' o VMAT2 que, en quien se encuentra más presente o activo, repercute en una propensión hacia creer en una deidad, que ya vendrá dada por razones culturales y sociológicas (si naces en Europa, en Jehová. Si naces en Yemen, en Alá. Si naces en la Antigua Grecia, en Zeus, etc.)
Pienso que los que nos declaramos ateos, agnósticos, etc, sencillamente no tenemos ese gen tan a la orden del día como los que sí son personas de fe, que parecen sentir una acuciante necesidad por creer que existe un Creador y que cuando palmamos hay una segunda vida.
Admito cierta envidia ya que pienso que ver la vida así tiene que ser más bonito y tranquilizador, pero no puedo traicionar a lo que me dice mi lógica que, por triste que sea pensar que estamos solos o que cuando morimos solo hay un vacío, me parece mucho más lógico que la versión religiosa.
Con el paso del tiempo, esa sensación de fe de los creyentes se ha ido canalizando en instituciones que representan aquello en lo que se cree pero que no tiene apariencia material; lo que en el caso de los cristianos es la Iglesia.
La Iglesia es quien apoyó el modelo Ptolemaico del Sistema Solar durante centurias, es quien no consiente el uso del preservativo en países donde sus seguidores están muriendo por el SIDA o es quien ha hecho que cientos de niños vivan hoy traumatizados por los abusos de los que fueron víctimas.
En otros países, es su 'iglesia' la que convence a una persona para que, si se ata un cinturón de explosivos y se hace estallar en un mercado concurrido, accederá a la vida eterna y al Paraíso.
Yo respeto a los que creen en Dios por que allá cada cual, pero lo que no consigo respetar es a la Iglesia en sí. Preferiría clausurarla y convertir al Vaticano en zona verde y a La Meca en un acelerador de partículas, pero hasta que eso pase, creo que el error que cometen los creyentes es pensar que en la Tierra existe alguien con poderes, autoridad, capacidad o suerte de conectarle con aquello en lo que cree.
Espero que en el futuro esta idea se extinga y lleguemos a un plano utópico en el que convivamos los ateos, que no creemos pero respetamos y los creyentes, que creen pero no hacen ruido.