Dios es vengativo pero vengativo de verdad, no sólo eso, es un tio soberbio y bastante violento, acuérdate de la pobre Eva: un solo desliz y ¡zasca!, patada y fuera del paraiso. Pura misericordia divina. Gracias a esta forma ejemplarizante de practicar el perdón tenemos (ahora) que ganarnos el pan con el sudor de la frente, así que ya sabes, todos castigados para TODA LA PUTA ETERNIDAD, si no, no haber desobedecido a dios, esa manzana era suya y no le daba la gana que nadie la tocase!!...