Ya, lo que pasa que los que trabajamos en el 3D somos más exigentes con lo que vemos en estas películas, por cuestiones obvias.
El público si es exigente, pero de una manera distinta a nosotros: ellos están acostumbrados a películas visualmente impactantes y por eso, cuando les das menos calidad, son unos cabroncetes de cuidado, se quejan mucho. Nosotros cuando vemos algo de mucha calidad visual lo apreciamos, para ellos pasa inadvertido, pero así de cruel es la realidad del cine de animación.
Un saludo!